Este 2011 nuestro entrañable San Miguel conmemora su trigésimo tercer aniversario de vida institucional, y a la par de sentirnos felices, también sentimos el compromiso y la responsabilidad que implica un año más, pues el avasallador paso del tiempo y el desarrollo de nuestra sociedad nos plantea nuevos retos, los mismos que tienen que ser superados con creces. Cada componente que forma parte de este engranaje llamado San Miguel está plenamente comprometido a asumir tales retos, con pleno profesionalismo y de la manera más ortodoxa y humanista posible, pues comprendemos a cabalidad que en nuestras manos se encuentra la materia prima más sensible y valiosa de nuestra sociedad.
Por esto, renovamos el compromiso de seguir forjando a hierro y fuego, esta preciosísima materia, pues el paso de la historia nos ha demostrado que en cada niño, en cada adolescente está el futuro de nuestros pueblos. Es así, que nuestro bienamado San Miguel, cual crisol seguirá forjando en el calor de sus entrañas más espíritus libres, capaces de estar a la vanguardia de los requerimientos que este ubérrimo suelo llamado Coina y el Perú de mañana demanden.
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